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El segundo libro en el serie de la mejor mascota de la clase--ahora en Espanol!
Hay una nueva mascota en el Aula 26: es una rana y se llama Og. Humphrey está deseando hacerse amigo de Og, pero Og no parece interesado. ¡Y, para colmo, los estudiantes están tan fascinados con Og que apenas prestan atención a Humphrey! Humphrey sabe que la amistad puede ser a veces algo complicado, pero si un hámster es capaz de hacerse amigo de una rana, ¡ese es Humphrey!
¡Humphrey es uno de los preferidos del programa ONE SCHOOL, ONE BOOK!
¡Los libros de Humphrey han sido nominados a diferentes premios en veinticuatro estados del país resultando ganador en siete de ellos gracias a los votos de los niños!
About the Author
Betty G. Birney ha escrito numerosos episodios paraprogramas infantiles de la televisión, como
The NewAdventures of Madeline,
Doug y Bobby’s World, además deprogramas educacionales y la película
Mary Christmas,también para la televisión. En este ámbito ha ganadonumerosos premios, entre los que se incluyen un Emmy,tres Premios Humanitas y el Premio Writers Guild ofAmerica. Además de la serie
Humphrey, es la autora de
The Seven Wonders of Sassafras Springs y
The Princess and thePeabodys. Natural de St. Louis, Missouri, Betty vive en Los Ángeles con su esposo, que es actor. Sigue a Betty en Twitter: @bettygbirney.
Excerpt. © Reprinted by permission. All rights reserved.
1
Un cambio sorprendente
ÁBUMP-BUMP-BUMP!
La se–ora Brisbane y yo regres‡bamos a la Escuela Longfellow despus de las vacaciones de Navidad. Hab’a m‡s baches en la carretera que la œltima vez que hicimos el recorrido en su peque–a camioneta azul.
-Humphrey -comenz— a decir la se–ora Brisbane, pero la interrumpi— otro ÁBUMP!-. No te sorprendas, ÁBUMP!, si ves algunos cambios, ÁBUMP!, en el Aula 26, ÁBUMP!
Sent’ un peque–o revuelo en el est—mago y me agarr fuertemente a la escalera.
No entend’a muy bien lo que me dec’a. ÀQu quer’a decir ella con "cambios"?
-Mientras estabas en casa con Bert, ÁBUMP!, regres a la escuela para poner algunas cosas en orden.
Durante las vacaciones, pas mucho tiempo con Bert, su esposo, y a pesar de que me cae muy bien, ya estaba cansado de correr por laberintos varias veces al d’a. Al se–or Brisbane le encanta verme recorrer laberintos. Ahora, de regreso a la escuela, podr’a dormir alguna siestecita durante el d’a. Y, adem‡s, si soy la mascota de la clase, ese es mi lugar.
Mi est—mago se asent— un poco una vez que llegamos a la escuela y la se–ora Brisbane estacion— el auto.
-ÀY qu hay de esos cambios? -pregunt, pero, como siempre, lo que me sali— fue un chillido: "Hiiic-hiiic-hiiic".
-A veces los cambios son necesarios, Humphrey
-dijo la se–ora Brisbane mientras abr’a la puerta del auto-. Ya ver‡s.
Todav’a temblaba por el ajetreado trayecto cuando, de repente, una r‡faga de aire helado me produjo un escalofr’o; despus no pude ver nada porque la se–ora Brisbane hab’a cubierto mi jaula con una bufanda de lana. En realidad, no me importaba siempre y cuando me estuviese llevando a mi aula, donde podr’a ver a todos mis amigos otra vez. De solo pensarlo me invadi— un sentimiento c‡lido, o a lo mejor era el calor que produc’a la caldera al entrar por la puerta de la escuela.
-ÁHola, Sue! ÀQuieres hacerlo hoy? -pregunt— una voz familiar. No pod’a ver a la se–orita Loomis, pero reconoc’ su voz. La se–orita Loomis ense–aba en el aula al final del pasillo. Era amiga de la se–ora Brisbane.
-De acuerdo, Angie. ÀTe parece bien despus del recreo de la ma–ana?
-Perfecto. Nos vemos entonces -dijo la se–orita Loomis.
Finalmente, la se–ora Brisbane coloc— mi jaula en su sitio y quit— la bufanda. Cuando lo hizo, me llev una gran sorpresa. ÁAlgo "inexchillable" hab’a ocurrido en mi aula! Los pupitres estaban colocados en direcci—n opuesta. Antes miraban hacia el frente, y ahora estaban de lado.
En lugar de ordenados en fila, estaban colocados en grupos. El escritorio de la se–ora Bris